domingo, octubre 23, 2005

Deportes Melipilla 0 - Universidad Católica 1

Santiago, 23 de octubre de 2005.

Un lleno total era el que mostraba el Roberto Bravo Santibáñez en espera de este pleito que parecía haber despertado a los melipillanos, que acudieron en masa a su estadio junto a los hinchas del equipo visitante. Así pues, los relatores de radio Ignacio Serrano podían discutir sobre si había una persona más o una menos, pero todos concordábamos en que la capacidad del Municipal melipillano, 5000 personas, estaba cerca de completarse.

El marco se veía completo por la presencia que marcaron antes y durante el partido las hinchadas, no sólo la de Universidad Católica esta vez, sino que la hinchada del equipo del caballito apareció como pocas veces se había visto. Testigo ocular fui de la presencia de los lienzos, las banderas, las camisetas por doquier, y es más, hasta humo de extintores hubo para recibir a los once gladiadores del equipo local, que con entusiasmo salieron a la cancha a tratar de quedarse con algún punto, y de paso, tratar de acabar con la racha del portero José María Buljuvasich. Todo un ambiente de entusiasmo para este pleito que contó con la presencia de vuestro humilde servidor en la galería oriente del Roberto Bravo, junto a la hinchada del caballito.

Así comenzó el partido, en "horario de misa", y con un cuadro melipillano que salió al pasto con una formación defensiva, dependiente de "Bocha" Carrasco para concretar las oportunidades de gol; en algo que se convertiría en uno de los errores de Melipilla que finalmente le impedirían quedarse con algún punto: La ausencia de mediocampo y de hombres para concretar las posibilidades de anotar se terminó por hacer notoria. Aún así, Melipilla se topó en los primeros minutos con un equipo de Universidad Católica descolocado, que no atinaba a nada; y un Melipilla ordenado pudo avanzar y presionar en pos del gol, que "Bocha" perdió increíblemente en el minuto 12 frente al imbatido Buljuvasich.

La hinchada despertaba ante el buen juego del equipo, que se mantuvo al menos en la primera mitad del primer tiempo. Sin embargo, poco a poco Universidad Católica lograba posicionarse en la cancha melipillana y tener algunos avances, los que topaban con una defensa melipilla bien parada y firme; pero que cedía demasiado terreno al equipo cruzado. Aún así, Melipilla tuvo al menos un par de ocasiones más, una de ellas en manos de Zanello, que pudieron haber logrado abrir la cuenta. Fue relativo a estas ocasiones que se comenzó a notar otro factor, quizás no tan desequilibrante, pero importante, en el partido: El pésimo arbitraje del sinvergüenza Guido Aros, y su secuaz, el guardalíneas del lado oriente. Al menos dos offsides mal cobrados, pitazos apenas se tocaba a un jugador católico, especialmente en el caso de Conca, y olvidos "olímpicos" de su labor cuando los jugadores de Melipilla -como abusivamente sucedió en un par de ocasiones en el caso del "chico" Romero- eran objeto del juego violento de Católica. Pero aún así, Melipilla jugó bien, destacando especialmente Romero, Jimenez y el eterno baluarte Ítalo Díaz, y Melipilla con optimismo se iba al descanso, pensando en la posibilidad de finiquitar el partido en la segunda mitad.

En el complemento, Universidad Católica se afirmó, ayudada por los cambios que realizó, y mantuvo la presión sobre el arco de Vásquez; sin por ello desequilibrar, en todo caso. Fue Melipilla el equipo que no logró mantener el ritmo y los avances; y entonces pasó a preocuparse más de la defensa, craso error, ya que como fue mencionado antes, en el ímpetu de defender Melipilla entregaba al menos tres cuartos de cancha. Una que otra escapada mantenía la ilusión, pero ya a esas alturas el técnico Páez y la hinchada melipillana parecían conformes con el empate, en un partido donde el equipo del caballito se había parado bien frente a un rival superior, y había logrado anular a su rival.

Sin embargo, una pelota detenida acabaría con la ilusión melipillana, en un asunto más de suerte que de merecimiento del rival. Tiro libre en una posición peligrosa a pocos metros de la entrada del área, y al minuto 83 el jugador Albert Acevedo ejecutó hermosamente la falta, convirtiendo sin dar posibilidades al guardameta local. El único gol del partido caía así sobre Melipilla.

Melipilla intentó empatar juego de esa jugada, pero la desesperación y la garra no alcanzaron; y pesaron las pocas oportunidades perdidas y el terreno entregado en el resto del partido. El clima de tensión se desencadenó en el cobro de una falta en el sector poniente de la cancha, y luego de una serie de manotazos sobre el "polilla" Arenas, el jugador Eduardo Rubio, del equipo visitante, terminó expulsado. El pitazo final vendría poco después.

La hinchada melipillana se fue al menos conforme con el buen desempeño de su equipo, que no se amilanó ante su rival; pero sí algo triste con la pérdida de los puntos. Y esperando que el partido de mitad de semana le traiga mejor suerte al equipo de Deportes Melipilla.


Desde la capital de Chile, un hincha de Deportes Melipilla,

Eduardo Peñailillo.

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