Santiago, 11 de marzo de 2006.
Vuelve la alegría al rostro de los hinchas melipillanos gracias, al fin, a un triunfo de nuestro equipo, en el Roberto Bravo Santibáñez. Sin embargo, esto no hubiera sido posible sin la gravitante actuación de un hombre que no desaprovechó su oportunidad: Jorge Laguna. Vamos con el comentario del partido.
1.260 espectadores se sentaron en las graderías del Estadio Municipal "Roberto Bravo Santibáñez", dejando 1.337.000 pesos en recaudación. Moderado marco de público para este primer partido de Deportes Melipilla en casa dentro de la segunda fecha de la primera rueda del Campeonato de Primera B 2006. Alejandro Zelaya fue el juez principal del encuentro.
El primer tiempo, y buena parte del segundo, fueron más aburridos que elecciones del parlamento cubano, y los periodistas de "Rumbo Deportivo" se entretenían más en diversas charlas que por la marcha del encuentro deportivo. En los primeros minutos la pelota se movió de un lado a otro, pero sin demasiada emoción. Melipilla abusaba demasiado de los centros y creaba cierto riesgo a la portería calerana, pero con muchas imprecisiones. Unión La Calera rotaba el balón, pero no llegaba al pórtico rival. De todos modos el cuadro del caballito se creó algunas oportunidades a los minutos 10 y 17. Luego el partido disminuyó de intensidad y a Deportes Melipilla se le veía muy impreciso y con pocos jugadores que fueran un aporte en la cancha. La excepción hasta el momento era Alexis Jiménez, pero no bastaba; parecía que sólo jugaban dos o tres hombres en el cuadro local. Al frente en todo caso tenía a un rival que tampoco hacía algo por llevarse el encuentro, lo que explicaba la modorra del público y que en "Rumbo Deportivo" prefirireran comentar que la camiseta del cuadro local mantiene los nombres de los jugadores.
En el minuto 51, pasados seis minutos desde el comienzo de la segunda mitad, Luis Medina hizo despertar al público con un zapatazo que infundió miedo al portero Corvalán, del cuadro visitante. Insinuaba Melipilla, pero luego se diluyó el ímpetu. Hacían falta cambios, pero los cambios no surgían desde el banco de Luis Musrri, sino que desde la visita. A los 65, un chasco venía a ponerle algo de sabor al partido. Tan mal marcada parecía estar el área donde se encontraba el guardameta Traverso, que este, en medio del ímpetu por apurar el juego, sacó su mano sosteniente del balón fuera del área, dando paso a un tiro libre. Pero Unión La Calera ni siquiera intentó aprovechar la ocasión. A los 71, nuevamente se lo perdía Deportes Melipilla en confusa jugada ante el arco de Corvalán.
Hasta entonces el partido era causante de más modorra que escuchar al nuevo presidente del Senado contando chistes. Unión La Calera no hacía nada por llevarse el partido y sólo le ponía dificultades a los avances locales. Pero "el potro" tampoco buscaba ganar el encuentro. Timoratos, los hombres melipillanos no demostraban voluntad de vencer. Y tuvo que entrar un hombre con hambre de gol y deseo de jugar para revertir las cosas.
Jorge Laguna apenas había jugado el año pasado, y ahora deseaba una oportunidad. No la desaprovechó. Ingresó al minuto 74. Ya en el minuto 75 casi conseguía el gol, despertando al público y al cuadro de Deportes Melipilla, y el aliento servía para que Cabión también intentara. Un minuto después se acercaba Calera, pero eso sólo sería un paréntesis. "El potro" se lanzó a cabalgar contra el pórtico de la visita. A los 77, sólo la pericia de Corvalán impidió el gol de Laguna. A los 80, el defensor visitante Riveros rechazaba en la línea un remate de Medina. A los 81 la pelota rebotaba en el vertical del pórtico calerano cuando Corvalán no tenía nada que hacer. Y después se desaprovechaba una hermosa chilena de Alejandro Vrsalovic. El gol parecía no querer nada con Deportes Melipilla, y además el arbitro Zelaya se hacía el desentendido ante un lanzamiento de esquina que vio todo el estadio menos un juez de línea. Sin embargo, el gol llegó.
¡Sí, amigos de Deportes Melipilla! Porque en el minuto 86 se hizo justicia. Porque Jorge Laguna no detuvo el ímpetu y un gol premió su esfuerzo y el acierto de Luis Musrri en darle una oportunidad. Un certero cabezazo premió a la hinchada melipillana con un momento hermoso, con la oportunidad de gritar ¡gol! ¡Gol de Deportes Melipilla! ¡Deportes Melipilla abría la cuenta y Laguna le dedicaba el gol al sufrido público!
Y habría más. Deportes Melipilla no dejaría de machacar el arco calerano, y dos minutos después, el impetuoso Laguna se acercaría al área. Se la daría a Vrsalovic, y este, en el territorio chico, "donde queman las papas", la elevaría para que el argentino Hector Pericás consagrara con su parietal el triunfo melipillano y sentenciara el dos a cero, ¡2 a 0!, que esculpiría las sonrisas en los hinchas del equipo del potro solitario. Unión La Calera venía a aguantar y se fue vapuelado. Y Deportes Melipilla al final hacía sonreír a su hinchada de la mano de Jorge Laguna.
Si bien Deportes Melipilla se muestra preocupantemente timorato, y repite peligrosamente el esquema del año pasado, donde los primeros tiempos de cada partido eran para irse muerto de un infarto debido a lo mal que jugaba el equipo, tiene hombres y tiene ímpetu como para hacerlo mejor. De la mano de gente como Laguna, como Jiménez, de jugadores que quieran mojar la camiseta y que Melipilla los tiene, se puede conseguir el objetivo que todos queremos. Por esta noche, nos podemos ir a dormir con el premio de una victoria; guinda de la torta de un día especial.
Desde la capital de Chile, un hincha de Deportes Melipilla,
Eduardo Peñailillo.
sábado, marzo 11, 2006
Deportes Melipilla 2 - Unión La Calera 0
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