domingo, octubre 08, 2006

Ñublense de Chillán 1 - Deportes Melipilla 0

Santiago, 8 de octubre de 2006.

Al parecer hoy es una jornada de desazones. ¿Saben? Yo hoy quería escribir que el "Potro" el otro fin de semana traería el carnaval a Melipilla. Que estaríamos ahí, con un gustito multiplicado cientos de veces al que sentíamos hoy en espera de una victoria, con el grito contenido de: "¡En Primera otra vez!". (Conste que el grito sigue ahí, sólo que la espera se alarga)

Y hay que volver a frases que ya he mencionado antes, y que queríamos olvidar luego del triunfo ante Calera. "Poner las barbas en remojo". "No basta con que sean sólo algunos los que hagan el esfuerzo". "Jugar bien no basta, hay que ganar". En vez de elogiar el desempeño de los jugadores melipillanos quisiera permitirme elogiar a los jugadores chillanejos. ¿Por qué? Porque enfrentando lesiones y expulsados, enfrentando a su propio público, que al final del primer tiempo les tiró piedras y los insultó, esos jugadores tuvieron huevos. Y ganaron. Y antes de ganar, quisieron ganar. Esa diferencia se notó. Deportes Melipilla jugó bien, hubo elementos que se sacaron más que la mugre en la cancha, fue un cuadro ordenado... Pero en la balanza, se le notó menos querer ganar que a Ñublense. ¿Y cuándo Deportes Melipilla cimentó el liderazgo en el que aún se mantiene? Cuando salía a enfrentar cada partido con hambre, queriendo comerse al rival con papas fritas. Hace tiempo que no vemos así a todo el equipo melipillano. Jugadores que demuestran ese empeño seguimos viendo. A los once, no sé.

Una calurosa tarde y un estadio con más de diez mil personas en las gradas recibieron a los 22 protagonistas de este partido. Aunque junto a ellos venían otros tres que se ganaron un protagonismo inesperado, y que no debieron tener. Juez del cotejo, aunque el título le quedó bastante grande, fue Braulio Arenas, secundado por los guardalíneas Carlos Echeverría y Sergio Román.

El equipo chillanejo salió a la cancha con: Erwin Concha; Gerardo Cortés, Claudio Calderón, Patricio Araya, Chase Hilgenbrink; César Reyes, Leonel Romero, Mauricio Villanueva, Néstor Zanatta; Carlos Cáceres y Manuel Villalobos. Por su parte Deportes Melipilla inició el pleito con: Cristian Traverso; Cristian Olguín, John Valladares, Felipe Miranda y Juan Manzo; Aldo Meneses, José Luis Cabión, Héctor Berríos y Johan Fuentes; Jorge Guzmán y Alejandro Vrsalovic.

Con un minuto de anticipación, a las 15:59, Arenas dio el pitido inicial. Ñublense comenzó atacando, a pesar de que fueron los visitantes quienes dieron el primer movimiento. A eso de los 2' caía Cáceres luego de foul de Meneses, quien no tuvo una buena actuación hoy. La primera llegada con peligro, sin embargo, fue de Melipilla. A los 3' Berríos entraba a zona chillaneja y centraba para Vrsalovic, pero el atento Concha se anticipaba y conjuraba el peligro. El partido fue anunciando desde ese momento que sería de vuelta y vuelta, con ataques para ambos equipos, que querían los 3 puntos.

A los 5' era Traverso quien respondía, quedándose con un cabezazo de Villalobos. Luego, como fue la tónica de la tarde, Concha volvía a anticipársele al "Toro" Vrsalovic. Y a los 7', Guzmán no rompía el maleficio. Luego de tiro libre, recibe el balón en la boca del arco, ¡y se enreda y le pega con el diario, desperdiciando una gran oportunidad! Ñublense respondió con ataques de Villanueva y Cáceres, hombres activos entre los chillanejos, pero ambos fueron pillados en posición de adelanto, otra tónica de la jornada. Si bien varias de las posiciones de adelanto chillanejas pudieron ser discutibles, la mayoría de ellas se debió al buen orden de la retaguardia melipillana. A los 9' Berríos era tomado de la camiseta, pero para Arenas era como oír llover. A los 11' probaba el chillanejo Villalobos de distancia, pero Traverso, presto, contenía sin dificultad.

Ñublense comenzaba a mostrarse más incisivo que el cuadro melipillano que, sin embargo, mostraba más orden y no pasaba zozobras. Concha volvía a anticipársele al "Toro" a los 13', y dos minutos más tarde los melipillanos pasábamos susto. Por que Traverso contenía notablemente un tiro de Cáceres, que entraba solo. Todo estaba invalidado, sin embargo. Segundos más tarde, de distancia, Vrsalovic probaba una vez más, y estuvo cerca de sorprender a Concha. Luego probaba Johan Fuentes de distancia, fallando por poco; y es que el "Potro" no conseguía entrar con libertad en el área chillaneja.

Polémica hubo a los 20', cuando Arenas decide invalidar un legítimo gol de Vrsalovic, que le pega marcado por un defensa chillanejo, la mete dentro, y sin embargo para uno de los guardalíneas estaba adelantado. Reclamos de los melipillanos, pero Arenas no se retracta. Un minuto más tarde el gran José Luis Cabión se pasa a 4 chillanejos, pero finalmente lo bajan con rudeza. Toma el balón, creyendo que se cobrará la falta que le habían cometido, pero Arenas cobra mano del capitán melipillano y se hace el leso con la falta local. El partido fue decantando, sin embargo las acciones de riesgo siguieron apareciendo de tanto en tanto. A los 27' Manzo, de regular cometido, se mandaba un craso error y dejaba pasar peligrosamente a Zanatta, sin embargo metros más tarde lograba resarcirse. A los 30' Miranda despejaba un balón de cabeza con solidez, pero luego Guzmán no lograba dominar el balón y lo perdía al otro lado del campo.

Ñublense se lanzó sobre el área melipillana y acorraló al equipo del caballito. A los 32', luego de varios intentos y despejes melipillanos, Reyes probó de media distancia y la echó afuera. Dos minutos más tarde Melipilla tenía una buena ocasión de tiro libre luego de foul a Olguín, pero no aprovechaban. A los 35', la primera de las tarjetas infantiles recibidas por los melipillanos. Porque Traverso, sin tener por qué, le ponía el cuerpo a Villalobos cuando ya todo estaba anulado, y se ganaba cartulina amarilla, empañando su solvente actuación. A los 36', luego de lanzamiento de esquina para el Meli, salía en contragolpe Ñublense y ¡se lo perdía increíblemente Cáceres, solito! A los 40' sin embargo respondía bien la defensa melipillana, conjurando un avance de Villanueva que se había originado en un desaguisado de Vrsalovic. A los 41' Villanueva avanzaba una vez más, pero Cabión, inconmensurable luchador, que destacaba junto con Fuentes y Berríos, la hacía rebotar en el chillanejo y conjuraba el peligro. A los 44' Villalobos fabricaba un córner, pero no lo aprovechaban los locales. Y ya finalizando el cotejo Vrsalovic perdía otra ocasión cuando se caía solo en el área rival.

El entretiempo nos dejaba varias interrogantes. Ñublense había llegado más, un equipo bien armado mostraba, aunque con fallas en las instancias finales, además de enfrentar a una correcta defensa. Melipilla se notaba bien armado y tranquilo, pero quizás demasiado tranquilo, y si bien había tenido buenas llegadas en los primeros minutos, eso había ido desapareciendo, reafirmando que la delantera era lo que más dejaba que desear en el "Potro". Había confianza sin embargo en las huestes melipillanas, en espera de los aportes de Pericás y Lagunas, que prometían dar vuelta el partido.

No fue así. De hecho, de los hombres que vinieron de la banca, el mejor aporte fue el "chico" Romero, que esta vez sí le respondió a Musrri, corriendo y buscando pelotas, otro incansable. Pero no nos adelantemos a los hechos. Los equipos salieron sin cambios a enfrentar la segunda mitad, que comenzó trabada, con bastantes fouls. En una de esas acciones de fuerza vendría otra decisión polémica de Arenas. Porque a los 47' le ponía amarilla a Villalobos, creyendo simulación, ante un foul leve del defensa Valladares. Arenas cobraba cualquier cosa y eso desconcentraba a cualquiera, como le pasó a Cáceres, que un minuto más tarde arruinó solo un avance chillanejo creyendo estar adelantado. Pero a los 49', y luego de córner para Melipilla, que otra vez desarmó la retaguardia visitante, llegó el gol de Ñublense. Cáceres recibe un cabezazo perfecto, está sólo, y le da con derecha, sin piedad, batiendo a un Traverso que no tuvo mucho que hacer. 1-0, y estallaba el "Nelson Oyarzún Arenas".

Sin embargo, pareció que Melipilla reaccionaría. A los 51' Concha tenía que jugarse el pellejo para taparle el disparo a Vrsalovic en un mano a mano. Segundos después el delantero melipillano dejaba paso a Jorge Lagunas. Un minuto más tarde, sin embargo, se lo perdía increíblemente el jugador Villalobos, de Ñublense, y luego los chillanejos tendrían otra oportunidad a través de un córner que puñeteaba Traverso. Y los visitantes se mostraban desconcertados, golpeados por ese puñetazo en el estómago que es recibir un gol recién salidos del camarín. Sin embargo parecía que la suerte podría cambiarles.

Minuto 54. Villalobos es fouleado por Manzo en el área, lo que ve el guardalíneas Román, y cobra penal, legítimo. ¡Pero Arenas no lo ve y echa a Villalobos por simular, con doble amarilla! Los insultos llovieron en el estadio chillanejo. Segundos más tarde Arenas pareció retractarse, y ahora los visitantes corrieron a encarar a Román. Pero no fue así, y Arenas no echó pie atrás, en otro de sus malos cobros. Ñublense se quedó con diez. Y dos minutos más tarde entraba Héctor Pericás, dando nuevas esperanzas a los melipillanos, reemplazando a Aldo Meneses, que no aportó mucho en la cancha.

En ausencia de Vrsalovic, Guzmán seguía con los errores. A los 59' primero le lanzaba un mal pase a Pericás, y luego no llegaba él a un balón. Un minuto más tarde Arenas, al parecer con sentimiento de culpa por la injustificada expulsión, cobraba un tiro libre que sólo vio él, y nuevamente, ¡sólo, sólo Cáceres le daba para afuera! Se enojaba Traverso con la defensa, y el cuadro melipillano en general no respondía. Pero un minuto más tarde Guzmán pudo resarcirse con un buen cabezazo. Desafortunadamente las manos de Concha lo contuvieron. Musrri echó toda "la carne a la parrilla" cuando hizo entrar al "chico" Romero por Juan Manzo, que no repitió las buenas actuaciones de encuentros pasados. A la postre el "chico" resultaría ser un gran aporte, pero que no bastó. Controlaba luego Traverso un cabezazo de Zanatta, y es que Ñublense no se echaba atrás a defender el cero, volviendo "de infarto" este partido.

Ñublense, a los 63', efectuaba su primer cambio, sacando a Cáceres y haciendo entrar a Peña, que haría olvidar al reemplazado resultando tan peligroso (y tan fallido en la última instancia) como éste. Un minuto más tarde entraba Suazo y salía Cortés. Y es que el cuadro del suspendido técnico Marcoleta también quemaba sus cartuchos en pos de una victoria. A los 22' el ingresado Peña era pillado offside. Luego córner para Melipilla, que aunque no era aprovechado, permitía a Rodrigo Romero recuperar otro balón e intentar crear, una vez más juego para la visita, labor en la que estuvo incansable. Un minuto más tarde Arenas le perdonaba la vida a Calderón, quien le dio duro a Lagunas, y luego del tiro libre apareció la testa de Pericás, que sin embargo le dio muy mal. A los 70' otra vez llovían los insultos contra el pésimo árbitro del cotejo, que no daba pie a la ley de ventaja y cortaba un avance ante el que naufragaba John Valladares por cobrar un intrascendente tiro libre. Realmente un descriteriado el árbitro Arenas.

Dos minutos más tarde Ñublense tenía otra opción con un tiro libre, y Melipilla se enfriaba. Pero segundos después Concha sacaba cartel de héroe conteniéndole un tiro demasiado frontal a Jorge Lagunas. Luego vendría un córner para Melipilla, y este partido no daba descanso. Un momento de pausa sin embargo dio el último cambio chillanejo, sacando a Zanatta por Sarabia. Cabión, el capitán, apuró a empujones a Zanatta, porque veía que el partido se nos iba y quería dejarlo todo por lograr siquiera el empate. A los 75' Jorge Guzmán ¡desperdiciaba la mejor de sus ocasiones! Un sombrerito elegante, soberbio, que parecía que entraba, pero caprichosamente se fue por detrás del travesaño. Luego el público se enojaba con el meta melipillano, y es que Traverso mostraba lujitos dominándola primero de cabeza, y luego de pecho, saliendo luego con el balón.

Corrían los minutos y si el cuadro visitante se quedaba sin tiempo, sus hinchas se quedaban sin esperanza. A los 80' Traverso conjuraba una llegada de Peña, que estaba en clara posición de adelanto, no vista esta vez. Un minuto más tarde le cobraban una discutible mano a Romero, y Guzmán se ganaba una amarilla por reclamar. Arenas inventaba cualquier cosa, y el tiro libre que cobró después no fue la excepción. Quedaban 7' cuando Arenas cobraba un foul a Guzmán, pero sólo con tiro libre, y por reclamar el capitán melipillano quedaba pintado de amarillo. Romero remató el tiro libre, pero contuvo bien Concha. Y quedaban 6' cuando Arenas, ese sin vergüenza, echaba a Guzmán viendo otra simulación donde no la había, aunque el foul fuese leve, existió, pero Arenas parecía arbitrar el partido de su imaginación.

A los 87' Peña tuvo una gran ocasión. Sale mal Traverso, y queda solo el chillanejo, pero se le va. Un minuto más tarde Arenas, que vio lo que quiso en este cotejo, no veía ni que cargaban a Romero ni que tomaban de la camiseta a Pericás. A los 89' avanzaba solo Sarabia, pero se la sacaban limpiamente. Los últimos minutos no estuvieron marcados por un Melipilla entregado en pos de conseguir el empate. No lo hizo, y Ñublense tuvo un par de ocasiones en medio de las pifias del público que pedía la hora. La única opción melipillana fue un tiro indeciso de Romero, al que logró llegar el meta Concha. Un minuto más tarde, para ahondar la tragedia, era expulsado tontamente el buen defensa Felipe Miranda, que de puro traicionado por el trajín del partido le daba un patadón sin sentido a Reyes, y Arenas lo echaba.

Recién a los 90'+5' Arenas sentenció el encuentro y la alegría chillaneja. Capítulo aparte merece el árbitro. "Malo" le queda grande. Vio cualquier cosa, nefasto para ambos equipos, un desatinado que pelea con René de la Rosa (que al menos fue capaz de desdecirse de uno de sus malos cobros hoy) el puesto de árbitro más malo de la B. Hace varias fechas ya que se prometieron árbitros de la Primera A, y no pasó nada. Jueces como este tipo le quitan el protagonismo a los verdaderos actores, a los jugadores, y empañan el fútbol.

Pero la derrota melipillana no pasó por ahí. Deportes Melipilla fue incapaz. Sólo algunos jugadores "se pusieron el overol" (robándole la frase a Andrés Villa), y tuvieron al frente a un equipo que, entero, se puso la ropa de trabajo, y sacó la tarea adelante, aún manchado por los insultos y las piedras de sus propios parciales. Buen premio para ellos. Y en el "Potro" parece que hay barbas que no se han puesto suficiéntemente en remojo... No vamos a creer en rumores, porque tengan asidero o no, no es lo que importa. Observando desde lo que se ve Melipilla ha bajado el nivel, es eso lo que preocupa. No se ven ganas en todo el equipo, la delantera necesita un exorcismo colectivo, los nervios hacen caer a los jugadores en amonestaciones tontas; cunde así la desconcentración y un concierto de errores que en instancias finales, aunque no sean muchos, marcan la diferencia. El cuadro chillanejo quiso ganar y lo demostró, sus delanteros se desmarcaron, crearon peligro, y aprovecharon las ocasiones. Melipilla tuvo muchos creativos en cancha, pero sólo Romero respondió a cabalidad en su labor. Sus delanteros no se desmarcaron, y varias veces les ganaron el arquero o los defensas. Hace tiempo ya que la última línea del Potro, en vez de ser puntal de triunfos, es talón de Aquiles.

¿Saben? Hasta me gusta que haya perdido el "Potro". Y ojalá Lota Schwager hubiera ganado. Quizás eso haga reaccionar a nuestro plantel, a todo nuestro plantel, no sólo a Cabión, a Valladares, a Berríos... Al menos para ver a un equipo que quizás no ponga tantos recursos técnicos en cancha, pero ponga corazón, ponga ganas de ganar, como le vimos a Melipilla cuando comenzó a ilusionarnos. Hoy vimos a un equipo con esas características. El que ganó. El próximo fin de semana en el "Roberto Bravo" habrá aliento, porque hay que estar con nuestro equipo, y no tirarle piedras ni insultarle. Pero esperamos que respondan tal como respondió su rival en esta jornada.


Desde la capital de Chile, un hincha de Deportes Melipilla,

Eduardo Peñailillo.


P.S.: Y como perdió Lota esto parece, robándole la frase a un amigo, la "cronología de un rajazo".

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